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Mostrando entradas de enero, 2009

Tolerancia y buen corazón

Estuve leyendo un libro de Tenzin Gyatso, más conocido como el XIV Dalai Lama, en el que afirmaba que el mundo actual requiere de mujeres y hombres tolerantes y de buen corazón, definiendo el “buen corazón” como el corazón compasivo . Esto me hizo pensar un poco desde el otro lado del diván. Yo mismo he tenido problemas con la palabra compasión. Pienso que coloquialmente se confunde con pena. Tener o sentir compasión por alguien es interpretado como tener pena por esa persona. Tenzin Gyatso dice que nada es más lejano de la realidad ya que la compasión es hija de la comprensión ¿de qué? del estado emocional del otro. La compasión es activa porque nos lleva a buscar entendimiento y hasta a la acción de aliviar ese estado emocional. El buen corazón entonces, el corazón compasivo, es el que es capaz de entender el sufrimiento de los demás y, de ser necesario, hacer algo por ayudarle a enfrentar ese sufrimiento. La palabra clave es eso de “entender” . Exige algo más que el sentido comú

El ¿loco?

Desde los 15 años de edad tengo un vicio: correr por las mañanas. No es el único vicio que tengo peo es el más largo en mi vida. Esta mañana, mientras corría, como a las 6:30am pasaba por el parque Domodossola en Miraflores y no podía evitar sentir algo especial: el aire frío de la mañana con el sol del verano, el mar y el verde precioso del parque. En una banca vi un hombre algo mayor fumando un cigarrillo a esa hora de la mañana y hablando solo. Pensé "pobre señor, estará loco". Volví a pensar, ¿quién está más loco él, que está aquí viviendo esta experiencia de belleza de la mañana, o los que se la están perdiendo?

¿Qué es la cura?

Hoy una paciente me preguntó si yo podía decir que era feliz. Tuvo el impulso de contestarle con un rotundo si pero opté por decirle que la felicidad era un balance que en mi caso definitivamente daba positivo. Este incidente me hizo pensar sobre mi rol como terapeuta. ¿Qué es salud mental? ¿qué significa ayudar a un paciente? Vuelvo a pensar en el tema de la “cura” en psicoterapia y me reafirmo en que no existe cura sin crecimiento como ser humano. Muchos de mis colegas del psicoanálisis discreparán pero hasta la fecha no he podido hacer la separación entre ambas cosas. Y ¿qué sería crecer como ser humano? Definitivamente no sería acercarse a un modelo estandarizado de persona como resultado de la desaparición absoluta de los síntomas neuróticos. La psicoanalista francesa de origen neozelandés, Joyce Mc Duogall, en su “Alegato por una cierta anormalidad” dice que es perfectamente lícito hablar de que “es normal ser neurótico”. Decía que los seres humanos nos movemos entre “la neurosis

Hombres y mujeres

Ella: ¿por qué me quieres? El: Te quiero porque te admiro Ella siente que él no es capaz de amarla como ella quisiera y él se va triste porque siente que ella no aprecia lo mejor que él le puede dar.

El vaso medio lleno/vacío

¿Desde dónde solemos hablar? ¿desde el lado vacío del vaso o desde el lado lleno? ¿nos damos cuenta? Cuando mis hijos mayores eran pequeños sucedió una anécdota que no olvido y que aún hoy me sirve para graficar lo que quisiera transmitir en este post: había caído visita inesperada en casa y yo había comprado una botella de 2 litros de Inca Kola. Mientras conversaba con el invitado habíamos consumido parte de la gaseosa pero aún quedaba algo. Era la hora del almuerzo y sólo estábamos a la espera de que los chicos regresen del colegio para sentarnos a la mesa. Mi hijo llega primero y al ver la botella dice: “¡Quién se ha tomado la Inca Kola!”. Al poco rato llega mi hija que al ver la misma botella exclama: “¡Qué rico, Inca Kola!”. Ambos vieron lo mismo y, sin embargo, no vieron lo mismo. Mientras mi hijo se fijaba en lo que faltaba, mi hija ponía énfasis en lo que había. Es la forma en la que las personas vemos la vida: o lo hacemos desde el lado lleno del vaso o lo hacemos desde el lad